PRINCIPIOS
La Gran Logia Regular York de México obedece plenamente la Constitución y las leyes de México y pide a todos sus miembros - bajo sanción de expulsión de la Orden - que respeten la legislación del Estado Mexicano y cumplan con sus deberes cívicos hacia la Patria. Los miembros de la Gran Logia Regular York de México están obligados a una lealtad incondicional a México y sus intereses nacionales, así como a la promoción de los ideales de Paz, Tolerancia y Fraternidad Universal.
La Gran Logia Regular York de México adopta y respeta estrictamente los Antiguos Limites (Landmarks) de la Francmasonería Regular Universal y los Principios Fundamentales de Regularidad y Reconocimiento enunciados por la Gran Logia Unida de Inglaterra en los "Propósitos e Informes de la Orden" y en los "Principios Fundamentales para el Reconocimiento". Además, la Gran Logia Regular York de México adopta y respeta los siguientes conjuntos de leyes fundamentales de la Masonería Regular Universal: "Deberes y Ordenanzas de la Antigüedad" y "Deberes de un Francmasón".
La Gran Logia Regular York de México es un Cuerpo Masónico Soberano e Independiente, con jurisdicción en toda la República Mexicana, y bajo la lengua castellana, practica la Francmasonería estrictamente en los Grados de Aprendiz, Compañero y Maestro Masón. No reconoce ni admite la existencia de ninguna autoridad masónica superior, cualquiera que sea su título.
La Gran Logia Regular York de México proclama fuertemente la fe en el Gran Arquitecto del Universo, en Su voluntad revelada y en la inmortalidad del alma.
Las Tres Grandes Luces de la Masonería Regular Universal (Libro de la Ley Sagrada, Escuadra y Compás) deben estar siempre abiertas sobre el Altar cuando la Gran Logia, o Logias jurisdiccionadas, realizan su trabajo ritualístico. Todos los Juramentos Masónicos están depositados en el Libro de la Ley Sagrada, la Escuadra y el Compás. La composición de la Gran Logia Regular York de México y de cada Logia en parte de su Obediencia es exclusivamente masculina.
Durante los Trabajos de la Gran Logia Regular York de México y de las Logias de su jurisdicción, las discusiones sobre religión, política e intereses económicos están estrictamente prohibidas. La Gran Logia, como Institución Masónica Regular, y sus miembros, individualmente y en grupos, siempre que lo hagan como Masones, en ninguna forma y en ningún contexto, no expresan sus opiniones sobre la política interior o exterior de los mexicanos, del Estado o cualquier otro Estado.
Los miembros de la Gran Logia Regular York de México tienen la obligación absoluta de observar estrictamente y preservar la plena regularidad de la Gran Logia en general y de la Logia a la que pertenecen, en particular, y sus decisiones y trabajos deben estar en total conformidad con: los Principios de Regularidad, la Constitución y el Reglamento General de la Gran Logia Regular York de México, los Decretos y decisiones del Gran Maestro, así como las Decisiones de la Gran Asamblea y de las Grandes Comunicaciones de la Gran Logia Regular York de México.
Ningún Hermano tiene derecho a reconocer o mantener relaciones Masónicas con Logias Simbólicas, Grandes Logias u otros Cuerpos Masónicos que admitan como miembros a mujeres, que no crean en la existencia del Gran Arquitecto del Universo, y en la inmortalidad del alma, que no abran el Libro de la Ley Sagrada, la Escuadra y el Compás durante los Trabajos o que nieguen la esencia de la Leyenda del Grado de Maestro Masón.
Todo miembro de la Gran Logia Regular York de México tiene la obligación de manifestar en todas las circunstancias el comportamiento de un hombre honorable de buenas costumbres, rechazando el vicio, la intolerancia, el ateísmo, el extremismo y el totalitarismo de cualquier tipo. Todos los miembros de la Gran Logia Regular York de México deben evitar el orgullo personal y la disidencia y prevenir excesos y abusos de cualquier tipo. Cada miembro de la Gran Logia Regular York de México debe promover los valores éticos de la sociedad, cultivar los deberes y las virtudes sociales y transmitir, sin alteraciones, la ciencia y la sabiduría del Arte Real, en la medida de su propia persuasión y capacidad intelectual.